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Ermita de Sorejana

Construcción del siglo XII y único vestigio del desaparecido poblado de Sorejana. Combina el gótico y el románico tardío, ubicada a 2 km de la Plaza Mayor de Cuzcurrita de río Tirón.

Situada en la margen izquierda del río Tirón, la ermita se adentra unos 80 m desde el río. Es la única construcción arquitectónica del desaparecido poblado de Sorejana, posiblemente despoblado tras una peste.

Si has iniciado el paseo desde el Castillo y el Lavadero hacia la presa y estás allí, no tendrás más que subir por el camino a la parte alta de la presa y cruzar los viñedos para alcanzar un poco más allá el lugar donde se ubica la Ermita de Sorejana.

Si por el contrario, estás en el casco histórico, a los pies del Castillo, sigue la señalización que marca Ermita de Sorejana, a través del camino que también conduce a la entrada de la Bodega del Castillo de Cuzcurrita. Siguiendo a pie o en coche, tendrás que recorrer aproximadamente dos kilómetros.

Su edificación se inició en el siglo XII. Existen restos arqueológicos en el entorno de una época inmediatamente anterior, lo que según los especialistas, indica que fue una villa de repoblación. Probablemente desapareció en el siglo XIV, tiempo después de la finalización de esta iglesia.

La cabecera y la nave son de planta rectangular, cubierta con una bóveda de cañón apuntado, y está dividida en dos tramos, mediante un arco apuntado sobre pilastras. La nave es más ancha que la cabecera y de estilo gótico, mientras que la cabecera es del románico tardío. Sin duda, la traza de la ermita marca el fin del románico en la región. A este tiempo pertenece el ábside cuadrado con una ventana sencilla, claro indicio de transición a un nuevo estilo.

La portada en el lado sur presenta siete arquivoltas apuntadas sobre columnas acodilladas, con capiteles de talla románica. Los capiteles a ambos lados de la portada son todos vegetales, como las hojas de cardo o de viña, salvo algunos con rostros o figuras de animales, como un león. El guarda lluvias está decorado con octofolias muy elaboradas. Se considera que esta portada es de estilo repoblación andaluza de la segunda mitad del siglo XIII, como las de las localidades riojanas de Castilseco y Villaseca.

Al sur, en el mismo muro de la fachada correspondiente a la obra de ampliación, se abren dos dobles ventanas de medio punto, divididas por un parteluz, y un óculo en el tramo más próximo a la portada. Cuando visitó la ermita el licenciado Don Pedro de Ocío, el 17 de septiembre de 1666, dichas ventanas motivaron el siguiente auto: “Respecto que la dicha ermita está sin vidrieras ni red, y los pájaros y lechuzas beben el aceite de la lámpara y quiebran los vidrios y ensucian los altares, manda su merced que con la mayor brevedad procure se haga una vidriera con su red”.

La vidriera en alabastro permite disfrutar de una luz especial en el interior de la ermita que recuerda a las ventanas del monasterio cisterciense de Ntra. Sra. de San Salvador en Cañas, conocida como “La abadía de la luz”.

Pureza de líneas y de luz en el interior de un espacio románico que cuenta con cuatro esbeltas columnas decoradas y con una pila bautismal de finales del siglo XII o principios del siglo XIII. La imagen de la Virgen de Sorejana, es una talla románica de transición al gótico.

Se celebran al año dos romerías para agradecer las cosechas: una en septiembre con el fin de llevar la imagen de la Virgen de la iglesia parroquial a la ermita y otra en mayo para devolverla de nuevo a la ermita de Sorejana. Como parroquia que fue contaba con una pila bautismal románica que actualmente está en uso en San Miguel, iglesia parroquial de la villa.

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