Senda de la presa
Desde los pies del Castillo y bajando por la cuesta que lleva al lavadero del siglo XIX, hoy restaurando, se inicia un agradable paseo por el sendero que lleva hasta la presa del río Tirón, aproximadamente a un kilómetro de distancia.
Aprovechando el curso del río, se hizo construir en 1862 un lavadero comunal. Costó 7.567 reales y se planificó con tejado a doble vertiente, un conjunto de 10 columnas en piedra de sillería y 5 postes centrales de madera, conteniendo en los dos laterales un total de 27 losas de piedra para las lavanderas. Sin duda, este espacio social escuchó muchas historias, canciones y chascarrillos populares de la Villa. En su lateral, podéis observar el edificio de un antiguo molino harinero datado de mitad del siglo XVIII, que luego se convirtió en central eléctrica aprovechando la fuerza del río, y que hoy en día está abandonado.
La primera noticia sobre este edificio es del año 1752 y está extraída del Catastro del Marqués de la Ensenada. Nos relata que en ese año vivían en Cuzcurrita 89 vecinos y al describir la Villa hace mención a que “contiguo a los muros y foso del Castillo palacio y a orillas del río Tirón se encontraba un Molino de dos ruedas, que muele con agua del propio río y tiene una casa habitación para el molinero y su familia”.
Una vez pasado el lavadero a través del puente y bajo el Castillo, surge refrescante y potente la cascada que desagua parte de la canalización del río que atraviesa la finca del Castillo.
Una abundante vegetación fluvial y el frescor del agua que desciende en cascada desde el tramo más alto del río, sirven de marco para poder disfrutar este especial rincón natural de Cuzcurrita.
Continuando por el sendero durante un kilómetro, atravesamos un camino a la sombra de los chopos y de la vegetación arbustiva que acompaña en el primer tramo a la canalización de un desvío de agua para el Castillo. Verdadero vergel que sirve de refugio, especialmente en primavera y verano, cuando comienza el calor. Echando la vista hacia atrás podréis contemplar una bonita silueta del agua y el Castillo, que os podrá hacer viajar al mundo de la fantasía infantil, como en los cuentos.
Al final del sendero, atravesando las choperas, se llega a la presa que regula el agua en el municipio y que sirve además como espacio de recreo. Una abundante vegetación fluvial y el frescor del agua que desciende en cascada desde el tramo más alto del río, sirven de marco para poder disfrutar este especial rincón natural de Cuzcurrita.
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